Alimentos

Cumplimiento de etiquetado nutricional en USA, México y la UE

CORE SOLUTIONS
December 12, 2025

Cómo navegar tres normativas distintas sin comprometer tus exportaciones

En un mercado cada vez más globalizado, las marcas de alimentos y bebidas descubren pronto que exportar un producto no solo implica llevarlo a otro país, sino adaptarlo completamente a nuevas reglas. Entre los aspectos más críticos está el etiquetado nutricional, que debe ajustarse a las regulaciones del país, destino para evitar sanciones, rechazos aduanales o incluso tener que retirar productos ya colocados en anaqueles.

En este artículo hacemos una comparación clara y práctica entre los requisitos de etiquetado nutricional en Estados Unidos, México y la Unión Europea, tres de los mercados más importantes y estrictos del mundo. Si tu marca está pensando en crecer a nivel internacional, esta guía te ayudará a comprender qué exige cada región y cómo anticiparte a los cambios regulatorios.

La tabla nutrimental: un requisito universal, pero nunca idéntico

Antes de entraren las diferencias, vale la pena recordar qué es una etiqueta nutricional. En esencia, es la declaración impresa que muestra el contenido energético y los nutrientes clave de un alimento o bebida: calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, sodio, azúcares y otros componentes relevantes. Aunque su propósito es universal es informar al consumidor y proteger su salud, la manera en que cada región define, organiza y presenta esta información varía considerablemente.

Y ahí es donde empieza la complejidad para los exportadores.

Estados Unidos:precisión por porción y un enfoque reforzado en azúcares añadidos

En el caso de Estados Unidos, la FDA regula estrictamente el etiquetado nutricional. Desde su actualización en 2016, el país exige que las etiquetas reflejen porciones más realistas, destaquen las calorías en tipografía prominente y declaren obligatoriamente las azúcares añadidas, algo que no todas las regiones exigen.

Además, la FDA trabaja desde 2025 en fortalecer el etiquetado frontal (FOP) con un sistema sencillo que permita identificar rápidamente nutrientes críticos como sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos. Aunque la propuesta todavía se encuentra en proceso, marca la dirección que EE. UU. pretende tomar para alinearse con iniciativas internacionales de salud pública.

Para cualquier empresa que busque entrar al mercado estadounidense, la etiqueta debe cumplir con:

  • formato     específico,
  • idioma en inglés o bilingüe,
  • unidades por porción y por envase,
  • declaración precisa de nutrientes clave y % de     Valor Diario.

Pequeñas variaciones, como definir mal la porción u omitir un nutriente obligatorio, pueden derivar en advertencias, rechazos en frontera o sanciones económicas.

México: el modelo más estricto en advertencias frontales

México opera bajo la NOM-051, una de las regulaciones más conocidas en el mundo debido a su sistema de sellos frontales de advertencia. A diferencia de EE. UU., donde el FOP aún está en evolución, México ya exige sellos como “Exceso de Azúcares” o “Exceso de Grasas Saturadas” cuando un producto supera los límites establecidos.

La tabla nutrimental debe presentarse en español e incluir calorías, carbohidratos, grasas (totales y saturadas), proteínas, azúcares, sodio y fibra. Si un producto desea destacar un beneficio (“alto en fibra”, “fuente de proteína”), el claim debe estar respaldado por evidencia y cumplir reglas específicas.

A diferencia de otros mercados, México también restringe elementos visuales:

  • No se permiten personajes infantiles,
  • No     pueden utilizarse celebridades,
  • No debe inducirse a error al consumidor.

Por esto, las marcas internacionales suelen necesitar una etiqueta completamente adaptada para México, incluso cuando en otros países usan diseños más flexibles.

Unión Europea:claridad por cada 100 g y un enfoque estandarizado

La Unión Europea, regulada principalmente por el Reglamento 1169/2011, exige quela declaración nutricional se presente por 100 g o 100 ml, incluso si el producto también quiere ofrecer información por porción. Esto facilita la comparación entre productos, pero obliga a las marcas a recalcular valores si vienen de mercados donde predomina la porción (como EE. UU.).

La información mínima incluye energía, grasas totales y saturadas, carbohidratos totales y azúcares, proteínas y sal. Aunque se pueden añadir vitaminas, minerales u otros componentes, estos no pueden reemplazar ni eclipsar la información obligatoria.

Si una marca desea incluir declaraciones nutricionales o de salud, debe alinearse con el Reglamento(CE) 1924/2006, uno de los marcos más estrictos del mundo. Esto significa que claims como “bajo en grasa” o “alto en fibra” solo pueden usarse si cumplen criterios precisos y están respaldados científicamente.

Además, la UE exige formatos tabulares siempre que el espacio lo permita, unidades métricas y tipografía clara, con algunas excepciones para empaques muy pequeños.

¿En qué se parecen… y en qué no? Una comparación práctica para exportadores

Aunque los tres mercados comparten el objetivo de informar al consumidor, sus enfoques difieren:

  • EE. UU. prioriza el tamaño de porción, declara azúcares     añadidos y está en proceso de adoptar un FOP más robusto.
  • México se enfoca en advertencias claras al consumidor     mediante sellos frontales obligatorios y prohíbe el uso de personajes.
  • La Unión Europea     estandariza la información a 100 g/ml, exige claridad y regula de forma     estricta cualquier claim nutricional o de salud.

Estas diferencias hacen que una sola etiqueta rara vez sea suficiente para cumplir en todos los mercados. En la práctica, las marcas suelen requerir tres versionestresversiones distintas, ajustadas en formato, idioma, tablas nutricionales, claims permitidos y diseño gráfico.

Cómo prepararse para cumplir con múltiples normativas sin cometer errores

Para operar en varios mercados a la vez, las empresas deben partir de un análisis técnico preciso:

  • evaluar la fórmula real del producto,
  • calcular valores nutricionales por porción y por     100 g/ml,
  • revisar límites de nutrientes críticos para     evitar sellos o incumplimientos,
  • validar claims según evidencia científica,
  • adaptar diseño, idioma, unidades y estructura     según cada región,
  • monitorear cambios regulatorios que puedan exigir     ajustes futuros.

No hacerlo puede traducirse en altos costos de reetiquetado, pérdida de inventario o imposibilidad de comercializar un producto en destino.

Conclusión:cumplir no solo es obligatorio; es estratégico

Atender las diferencias entre la FDA, la NOM-051 y el Reglamento europeo no solo te aleja de sanciones: también te acerca al consumidor adecuado. Un etiquetado claro, preciso y alineado con cada región mejora la confianza, facilita auditorías y vuelve más competitiva a tu marca en mercados internacionales.

Si tu empresa está lista para exportar o necesita adaptar sus etiquetas actuales, podemos acompañarte desde el análisis nutricional hasta la validación final de cumplimiento.

¿Quieres garantizar que tus productos cumplan con FDA, NOM-051 y la normativa europea?
Contáctanos para un diagnóstico gratuito y un plan de adecuación regulatoria personalizado.

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Cómo navegar tres normativas distintas sin comprometer tus exportaciones

En un mercado cada vez más globalizado, las marcas de alimentos y bebidas descubren pronto que exportar un producto no solo implica llevarlo a otro país, sino adaptarlo completamente a nuevas reglas. Entre los aspectos más críticos está el etiquetado nutricional, que debe ajustarse a las regulaciones del país, destino para evitar sanciones, rechazos aduanales o incluso tener que retirar productos ya colocados en anaqueles.

En este artículo hacemos una comparación clara y práctica entre los requisitos de etiquetado nutricional en Estados Unidos, México y la Unión Europea, tres de los mercados más importantes y estrictos del mundo. Si tu marca está pensando en crecer a nivel internacional, esta guía te ayudará a comprender qué exige cada región y cómo anticiparte a los cambios regulatorios.

La tabla nutrimental: un requisito universal, pero nunca idéntico

Antes de entraren las diferencias, vale la pena recordar qué es una etiqueta nutricional. En esencia, es la declaración impresa que muestra el contenido energético y los nutrientes clave de un alimento o bebida: calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, sodio, azúcares y otros componentes relevantes. Aunque su propósito es universal es informar al consumidor y proteger su salud, la manera en que cada región define, organiza y presenta esta información varía considerablemente.

Y ahí es donde empieza la complejidad para los exportadores.

Estados Unidos:precisión por porción y un enfoque reforzado en azúcares añadidos

En el caso de Estados Unidos, la FDA regula estrictamente el etiquetado nutricional. Desde su actualización en 2016, el país exige que las etiquetas reflejen porciones más realistas, destaquen las calorías en tipografía prominente y declaren obligatoriamente las azúcares añadidas, algo que no todas las regiones exigen.

Además, la FDA trabaja desde 2025 en fortalecer el etiquetado frontal (FOP) con un sistema sencillo que permita identificar rápidamente nutrientes críticos como sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos. Aunque la propuesta todavía se encuentra en proceso, marca la dirección que EE. UU. pretende tomar para alinearse con iniciativas internacionales de salud pública.

Para cualquier empresa que busque entrar al mercado estadounidense, la etiqueta debe cumplir con:

  • formato     específico,
  • idioma en inglés o bilingüe,
  • unidades por porción y por envase,
  • declaración precisa de nutrientes clave y % de     Valor Diario.

Pequeñas variaciones, como definir mal la porción u omitir un nutriente obligatorio, pueden derivar en advertencias, rechazos en frontera o sanciones económicas.

México: el modelo más estricto en advertencias frontales

México opera bajo la NOM-051, una de las regulaciones más conocidas en el mundo debido a su sistema de sellos frontales de advertencia. A diferencia de EE. UU., donde el FOP aún está en evolución, México ya exige sellos como “Exceso de Azúcares” o “Exceso de Grasas Saturadas” cuando un producto supera los límites establecidos.

La tabla nutrimental debe presentarse en español e incluir calorías, carbohidratos, grasas (totales y saturadas), proteínas, azúcares, sodio y fibra. Si un producto desea destacar un beneficio (“alto en fibra”, “fuente de proteína”), el claim debe estar respaldado por evidencia y cumplir reglas específicas.

A diferencia de otros mercados, México también restringe elementos visuales:

  • No se permiten personajes infantiles,
  • No     pueden utilizarse celebridades,
  • No debe inducirse a error al consumidor.

Por esto, las marcas internacionales suelen necesitar una etiqueta completamente adaptada para México, incluso cuando en otros países usan diseños más flexibles.

Unión Europea:claridad por cada 100 g y un enfoque estandarizado

La Unión Europea, regulada principalmente por el Reglamento 1169/2011, exige quela declaración nutricional se presente por 100 g o 100 ml, incluso si el producto también quiere ofrecer información por porción. Esto facilita la comparación entre productos, pero obliga a las marcas a recalcular valores si vienen de mercados donde predomina la porción (como EE. UU.).

La información mínima incluye energía, grasas totales y saturadas, carbohidratos totales y azúcares, proteínas y sal. Aunque se pueden añadir vitaminas, minerales u otros componentes, estos no pueden reemplazar ni eclipsar la información obligatoria.

Si una marca desea incluir declaraciones nutricionales o de salud, debe alinearse con el Reglamento(CE) 1924/2006, uno de los marcos más estrictos del mundo. Esto significa que claims como “bajo en grasa” o “alto en fibra” solo pueden usarse si cumplen criterios precisos y están respaldados científicamente.

Además, la UE exige formatos tabulares siempre que el espacio lo permita, unidades métricas y tipografía clara, con algunas excepciones para empaques muy pequeños.

¿En qué se parecen… y en qué no? Una comparación práctica para exportadores

Aunque los tres mercados comparten el objetivo de informar al consumidor, sus enfoques difieren:

  • EE. UU. prioriza el tamaño de porción, declara azúcares     añadidos y está en proceso de adoptar un FOP más robusto.
  • México se enfoca en advertencias claras al consumidor     mediante sellos frontales obligatorios y prohíbe el uso de personajes.
  • La Unión Europea     estandariza la información a 100 g/ml, exige claridad y regula de forma     estricta cualquier claim nutricional o de salud.

Estas diferencias hacen que una sola etiqueta rara vez sea suficiente para cumplir en todos los mercados. En la práctica, las marcas suelen requerir tres versionestresversiones distintas, ajustadas en formato, idioma, tablas nutricionales, claims permitidos y diseño gráfico.

Cómo prepararse para cumplir con múltiples normativas sin cometer errores

Para operar en varios mercados a la vez, las empresas deben partir de un análisis técnico preciso:

  • evaluar la fórmula real del producto,
  • calcular valores nutricionales por porción y por     100 g/ml,
  • revisar límites de nutrientes críticos para     evitar sellos o incumplimientos,
  • validar claims según evidencia científica,
  • adaptar diseño, idioma, unidades y estructura     según cada región,
  • monitorear cambios regulatorios que puedan exigir     ajustes futuros.

No hacerlo puede traducirse en altos costos de reetiquetado, pérdida de inventario o imposibilidad de comercializar un producto en destino.

Conclusión:cumplir no solo es obligatorio; es estratégico

Atender las diferencias entre la FDA, la NOM-051 y el Reglamento europeo no solo te aleja de sanciones: también te acerca al consumidor adecuado. Un etiquetado claro, preciso y alineado con cada región mejora la confianza, facilita auditorías y vuelve más competitiva a tu marca en mercados internacionales.

Si tu empresa está lista para exportar o necesita adaptar sus etiquetas actuales, podemos acompañarte desde el análisis nutricional hasta la validación final de cumplimiento.

¿Quieres garantizar que tus productos cumplan con FDA, NOM-051 y la normativa europea?
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Cómo navegar tres normativas distintas sin comprometer tus exportaciones

En un mercado cada vez más globalizado, las marcas de alimentos y bebidas descubren pronto que exportar un producto no solo implica llevarlo a otro país, sino adaptarlo completamente a nuevas reglas. Entre los aspectos más críticos está el etiquetado nutricional, que debe ajustarse a las regulaciones del país, destino para evitar sanciones, rechazos aduanales o incluso tener que retirar productos ya colocados en anaqueles.

En este artículo hacemos una comparación clara y práctica entre los requisitos de etiquetado nutricional en Estados Unidos, México y la Unión Europea, tres de los mercados más importantes y estrictos del mundo. Si tu marca está pensando en crecer a nivel internacional, esta guía te ayudará a comprender qué exige cada región y cómo anticiparte a los cambios regulatorios.

La tabla nutrimental: un requisito universal, pero nunca idéntico

Antes de entraren las diferencias, vale la pena recordar qué es una etiqueta nutricional. En esencia, es la declaración impresa que muestra el contenido energético y los nutrientes clave de un alimento o bebida: calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, sodio, azúcares y otros componentes relevantes. Aunque su propósito es universal es informar al consumidor y proteger su salud, la manera en que cada región define, organiza y presenta esta información varía considerablemente.

Y ahí es donde empieza la complejidad para los exportadores.

Estados Unidos:precisión por porción y un enfoque reforzado en azúcares añadidos

En el caso de Estados Unidos, la FDA regula estrictamente el etiquetado nutricional. Desde su actualización en 2016, el país exige que las etiquetas reflejen porciones más realistas, destaquen las calorías en tipografía prominente y declaren obligatoriamente las azúcares añadidas, algo que no todas las regiones exigen.

Además, la FDA trabaja desde 2025 en fortalecer el etiquetado frontal (FOP) con un sistema sencillo que permita identificar rápidamente nutrientes críticos como sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos. Aunque la propuesta todavía se encuentra en proceso, marca la dirección que EE. UU. pretende tomar para alinearse con iniciativas internacionales de salud pública.

Para cualquier empresa que busque entrar al mercado estadounidense, la etiqueta debe cumplir con:

  • formato     específico,
  • idioma en inglés o bilingüe,
  • unidades por porción y por envase,
  • declaración precisa de nutrientes clave y % de     Valor Diario.

Pequeñas variaciones, como definir mal la porción u omitir un nutriente obligatorio, pueden derivar en advertencias, rechazos en frontera o sanciones económicas.

México: el modelo más estricto en advertencias frontales

México opera bajo la NOM-051, una de las regulaciones más conocidas en el mundo debido a su sistema de sellos frontales de advertencia. A diferencia de EE. UU., donde el FOP aún está en evolución, México ya exige sellos como “Exceso de Azúcares” o “Exceso de Grasas Saturadas” cuando un producto supera los límites establecidos.

La tabla nutrimental debe presentarse en español e incluir calorías, carbohidratos, grasas (totales y saturadas), proteínas, azúcares, sodio y fibra. Si un producto desea destacar un beneficio (“alto en fibra”, “fuente de proteína”), el claim debe estar respaldado por evidencia y cumplir reglas específicas.

A diferencia de otros mercados, México también restringe elementos visuales:

  • No se permiten personajes infantiles,
  • No     pueden utilizarse celebridades,
  • No debe inducirse a error al consumidor.

Por esto, las marcas internacionales suelen necesitar una etiqueta completamente adaptada para México, incluso cuando en otros países usan diseños más flexibles.

Unión Europea:claridad por cada 100 g y un enfoque estandarizado

La Unión Europea, regulada principalmente por el Reglamento 1169/2011, exige quela declaración nutricional se presente por 100 g o 100 ml, incluso si el producto también quiere ofrecer información por porción. Esto facilita la comparación entre productos, pero obliga a las marcas a recalcular valores si vienen de mercados donde predomina la porción (como EE. UU.).

La información mínima incluye energía, grasas totales y saturadas, carbohidratos totales y azúcares, proteínas y sal. Aunque se pueden añadir vitaminas, minerales u otros componentes, estos no pueden reemplazar ni eclipsar la información obligatoria.

Si una marca desea incluir declaraciones nutricionales o de salud, debe alinearse con el Reglamento(CE) 1924/2006, uno de los marcos más estrictos del mundo. Esto significa que claims como “bajo en grasa” o “alto en fibra” solo pueden usarse si cumplen criterios precisos y están respaldados científicamente.

Además, la UE exige formatos tabulares siempre que el espacio lo permita, unidades métricas y tipografía clara, con algunas excepciones para empaques muy pequeños.

¿En qué se parecen… y en qué no? Una comparación práctica para exportadores

Aunque los tres mercados comparten el objetivo de informar al consumidor, sus enfoques difieren:

  • EE. UU. prioriza el tamaño de porción, declara azúcares     añadidos y está en proceso de adoptar un FOP más robusto.
  • México se enfoca en advertencias claras al consumidor     mediante sellos frontales obligatorios y prohíbe el uso de personajes.
  • La Unión Europea     estandariza la información a 100 g/ml, exige claridad y regula de forma     estricta cualquier claim nutricional o de salud.

Estas diferencias hacen que una sola etiqueta rara vez sea suficiente para cumplir en todos los mercados. En la práctica, las marcas suelen requerir tres versionestresversiones distintas, ajustadas en formato, idioma, tablas nutricionales, claims permitidos y diseño gráfico.

Cómo prepararse para cumplir con múltiples normativas sin cometer errores

Para operar en varios mercados a la vez, las empresas deben partir de un análisis técnico preciso:

  • evaluar la fórmula real del producto,
  • calcular valores nutricionales por porción y por     100 g/ml,
  • revisar límites de nutrientes críticos para     evitar sellos o incumplimientos,
  • validar claims según evidencia científica,
  • adaptar diseño, idioma, unidades y estructura     según cada región,
  • monitorear cambios regulatorios que puedan exigir     ajustes futuros.

No hacerlo puede traducirse en altos costos de reetiquetado, pérdida de inventario o imposibilidad de comercializar un producto en destino.

Conclusión:cumplir no solo es obligatorio; es estratégico

Atender las diferencias entre la FDA, la NOM-051 y el Reglamento europeo no solo te aleja de sanciones: también te acerca al consumidor adecuado. Un etiquetado claro, preciso y alineado con cada región mejora la confianza, facilita auditorías y vuelve más competitiva a tu marca en mercados internacionales.

Si tu empresa está lista para exportar o necesita adaptar sus etiquetas actuales, podemos acompañarte desde el análisis nutricional hasta la validación final de cumplimiento.

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