En la última década, el comercio electrónico ha transformado la forma en que compramos y vendemos productos. Para fabricantes de alimentos y suplementos, esta tendencia representa una oportunidad sin precedentes: llegar a mercados internacionales sin necesidad de contar con distribuidores físicos. Pero también implica nuevos retos normativos y logísticos. Comprender cómo aprovechar esta vía sin caer en errores comunes puede marcar la diferencia entre una operación exitosa y una pérdida significativa de recursos.
Aunque muchas empresas que incursionan en el comercio electrónico de exportación se ubican en América Latina, esta tendencia es global. Por eso, en lugar de centrarnos en una región específica, este artículo ofrece una mirada amplia al contexto internacional.
El auge del e-commerce como canal de exportación se debe a una combinación de factores tecnológicos, económicos y sociales. Las plataformas digitales han reducido las barreras de entrada y permiten a empresas de todos tamaños acceder a consumidores de diferentes países con relativa facilidad.
Entre los factores clave se encuentran:
Para las empresas exportadoras, el e-commerce representa más que una simple alternativa comercial: ofrece autonomía, acceso directo al consumidor y mayor control sobre la marca. Esto puede traducirse en mayores márgenes, datos más precisos del cliente y una comunicación más eficiente.
Algunos beneficios clave incluyen:
El e-commerce internacional no está exento de requisitos regulatorios. Al contrario, vender alimentos y suplementos a través de plataformas digitales implica cumplir con las normas sanitarias, de etiquetado y documentación del país de destino.
Si bien Estados Unidos es uno de los destinos más populares, no es el único. Cada país tiene sus propias autoridades regulatorias, como la EFSA en Europa (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). En el caso de EE. UU., por ejemplo, se requiere cumplir con FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), incluyendo el FSVP (Foreign Supplier Verification Program).
Un error común es asumir que los requisitos son los mismos para todos los países o que un producto que cumple en su país de origen puede comercializarse sin ajustes.
Antes de listar un producto en una plataforma internacional, conviene verificar que se cumplen requisitos básicos como:
El éxito en e-commerce internacional no depende solo de subir un producto a una plataforma, sino de anticipar los retos logísticos, regulatorios y operativos. Desde CORE recomendamos:
El comercio electrónico representa una gran oportunidad para empresas de alimentos y suplementos que buscan expandirse internacionalmente. Sin embargo, aprovechar este canal requiere más que una tienda en línea: exige conocimiento profundo del entorno regulatorio, preparación logística y estrategias personalizadas por país destino. En CORE podemos ayudarte a validar el cumplimiento normativo y reducir riesgos para que tu proyecto de e-commerce internacional sea exitoso desde el día uno.
En la última década, el comercio electrónico ha transformado la forma en que compramos y vendemos productos. Para fabricantes de alimentos y suplementos, esta tendencia representa una oportunidad sin precedentes: llegar a mercados internacionales sin necesidad de contar con distribuidores físicos. Pero también implica nuevos retos normativos y logísticos. Comprender cómo aprovechar esta vía sin caer en errores comunes puede marcar la diferencia entre una operación exitosa y una pérdida significativa de recursos.
Aunque muchas empresas que incursionan en el comercio electrónico de exportación se ubican en América Latina, esta tendencia es global. Por eso, en lugar de centrarnos en una región específica, este artículo ofrece una mirada amplia al contexto internacional.
El auge del e-commerce como canal de exportación se debe a una combinación de factores tecnológicos, económicos y sociales. Las plataformas digitales han reducido las barreras de entrada y permiten a empresas de todos tamaños acceder a consumidores de diferentes países con relativa facilidad.
Entre los factores clave se encuentran:
Para las empresas exportadoras, el e-commerce representa más que una simple alternativa comercial: ofrece autonomía, acceso directo al consumidor y mayor control sobre la marca. Esto puede traducirse en mayores márgenes, datos más precisos del cliente y una comunicación más eficiente.
Algunos beneficios clave incluyen:
El e-commerce internacional no está exento de requisitos regulatorios. Al contrario, vender alimentos y suplementos a través de plataformas digitales implica cumplir con las normas sanitarias, de etiquetado y documentación del país de destino.
Si bien Estados Unidos es uno de los destinos más populares, no es el único. Cada país tiene sus propias autoridades regulatorias, como la EFSA en Europa (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). En el caso de EE. UU., por ejemplo, se requiere cumplir con FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), incluyendo el FSVP (Foreign Supplier Verification Program).
Un error común es asumir que los requisitos son los mismos para todos los países o que un producto que cumple en su país de origen puede comercializarse sin ajustes.
Antes de listar un producto en una plataforma internacional, conviene verificar que se cumplen requisitos básicos como:
El éxito en e-commerce internacional no depende solo de subir un producto a una plataforma, sino de anticipar los retos logísticos, regulatorios y operativos. Desde CORE recomendamos:
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Aunque muchas empresas que incursionan en el comercio electrónico de exportación se ubican en América Latina, esta tendencia es global. Por eso, en lugar de centrarnos en una región específica, este artículo ofrece una mirada amplia al contexto internacional.
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Entre los factores clave se encuentran:
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Algunos beneficios clave incluyen:
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Si bien Estados Unidos es uno de los destinos más populares, no es el único. Cada país tiene sus propias autoridades regulatorias, como la EFSA en Europa (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). En el caso de EE. UU., por ejemplo, se requiere cumplir con FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), incluyendo el FSVP (Foreign Supplier Verification Program).
Un error común es asumir que los requisitos son los mismos para todos los países o que un producto que cumple en su país de origen puede comercializarse sin ajustes.
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